Durante una expedición internacional de la Universidad de Southamton, de Inglaterra, encontraron 41 barcos antiguos. Los cuales se habrían hundido en el Mar Negro, algo que nunca antes se había visto. Que posiblemente pertenecerían a los barcos perdidos en la antigüedad. Seguramente, cuando el Mar Negro era utilizado como una gran avenida geográfica. En la que muchos barcos se fueron a pique durante ataques o los embates de las tormentas.
Los barcos datarían de las épocas del siglo IX hasta el siglo XIX. Siendo un libro abierto de la historia en la que Rodrigo Pacheco Ruiz, un arqueólogo marítimo sería protagonista. Por haber encontrado una embarcación hundida de hacía mil 800 años atrás, hecho que lo dejó boquiabierto al contemplar lo que estaba frente a sus ojos.
Antigüedad
En los años de estas épocas, navegaron por el espacio geográfico del mar negro barcos de piratas, griegos, bizantinos, otomanos, y otros más. En lo que, ahora es territorio de Turquía, Ucrania, Rusia, Moldavia, Bulgaria y Georgia. Ya que en las aguas de este lugar se realizaban intercambios de bienes y productos de imperios poderosos.
Durante las navegaciones, uno que otro barco se perdía sin saberse nunca más nada. Se quedaban en medio del mar a su suerte y a la suerte sin destino de la tripulación que por lógica, jamás regresaba a sus casas.
Y es que, los barcos de en ese entonces estaban fabricados de madera que se degrada muy rápido con el agua salada sobre la superficie del mar. Eso permitiría que las embarcaciones se averiaran. Sin embargo, en el fondo del mar sucede algo químicamente distinto. Lo que permite la conservación de la materia orgánica casi en perfecto estado. Razón por la cual las 41 embarcaciones encontradas por la expedición internacional estaban muy bien conservadas.
Los 41 barcos encontrados a 300 metros de profundidad
Por casualidad la expedición se había encontrado con las 41 embarcaciones a 300 metros de profundidad, situación que los dejó maravillados al igual que quienes conocieron de su caso un poco después, por lo sorprendente que resultaba y por la belleza que los barcos representaban para el mundo actual.